El debate en torno al acceso a la educación superior en México suele reducirse a posturas inclusionistas y exclusionistas, pero le seguimos quedando a deber a un tema vital para el bienestar de las sociedades.
El olvido del Estado mexicano en materia educativa rural es, por decir lo menos, negligente. Pero el diagnóstico de una red de investigadores ha puesto de manifiesto las grandes lagunas del sistema, y propuesto opciones para rellenarlas con nuevas formas de hacer escuela.